Leoteca - Parte de Smartick

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Resultados de tu búsqueda: 141 libros

Mi primer amor tenía doce años y las uñas negras. Mi alma rusa de entonces, en aquel pueblecito de once mil almas y cura publicista, amparó la soledad de la muchacha más fea con un amor grave, social, sombrío, que era como una penumbra de sesión de congreso internacional obrero. Ella me decía, al ponerse en sexo: «Eres un socialista». Y su almita de educanda de monjas europeas se abría como un devocionario íntimo por la parte que trata del pecado mortal. La casa de cartón es la piedra fundacional de la vanguardia peruana, en varios sentidos, pero también era una despedida de estructuras coloniales, tanto en la forma como en el tema. La visión de unos días en el balneario de Barranco, con un tono entre decadentista y onírico, con un lenguaje entre visionario y dannunziano, recorre estas páginas tocadas por la gracia. del prólogo de Vicente Luis Mora La casa de cartón es una novela breve, escrita en prosa lírica que se ha convertido en un clásico de las letras peruanas. El relato es sustancialmente diferente a todo lo que se había hecho en prosa en el Perú hasta ese momento. Una pequeña obra maestra de ironía, finura de observación e invención verbal. Narra las experiencias de un adolescente, durante un verano en el balneario de Barranco. Casi carente de trama narrativa, el libro está formado más que nada por las descripciones que este adolescente realiza, en su paseo diario, de las casas, las calles y los habitantes del balneario. Martín Adán (Perú, 1908-1985) es uno de los escritores más importantes de la literatura peruana del siglo XX. El hermetismo y la cualidad perturbadora de su visión contribuyeron a convertirlo en una leyenda en el medio intelectual limeño. Sus primeros libros están influidos por el espíritu de las vanguardias y muestran un talento y cultura insólitos para los pocos años de su autor. Además de esta novela, publicó mayormente poesía: La rosa de la espinela (1939), Travesía de extramares (1953), Escrito a ciegas (1961), La mano desasida (1964) y La piedra absoluta (1966), los dos últimos inspirados en las ruinas de Machu Picchu.

La casa de cartón

Adán, Martín

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En Esa luz que nos quema hay un elemento decisivo para la afirmación de la voz poética de Millares Sall: la memoria. «Es una escritura que "se hace al mismo tiempo que se busca y la palabra se va imbricando a medida que el tema va tomando cuerpo […] Poema que no explica. Sólo habla sugestivamente de aquello que lo envuelve […] Nos encontramos ante la respiración de la palabra”, así dice nuestro autor. Nada extraño, en consecuencia, que se produzca un salto hacia la mayor sobriedad expresiva, hacia una exigencia de pensamiento, hacia una reducción esencial del poema, como se observa –sobre todo– en las series sucesivas de los últimos cinco años: “Ahora escribo como quiero. Sin tener que atender a temas que sean convenientes y mucho menos a formas que atraigan a un público lector”, palabra de José María Millares, una vez más ante su rabiosa libertad; lo que no supone volver la espalda a “lo más profundo de la oscuridad”, pues de ella “nace siempre –sigue siendo su palabra– esa luz que nos da conciencia de lo que somos y queremos, de la nada que tocamos con la escritura […] la nada que somos, que escribimos para ser”.» Jorge Rodríguez Padrón Calidoscopio El poeta, compositor y dibujante José María Millares Sall nació en Las Palmas en 1921, y su vida ha transcurrido entre Gran Canaria y Madrid. Participó tempranamente en la combativa Antología cercada, primera manifestación colectiva de poesía social en la posguerra española, y fundó las míticas Planas de Poesía (1949-1951), canceladas por la actuación policial, que le supuso detención, tortura y cárcel. Con títulos tan memorables como Liverpool, Manifestación de la paz o Ritmos alucinantes, su extenso itinerario creador, de una versatilidad y fecundidad inusitadas, toca innumerables cuerdas –existencial y humanista, lúdica y satírica, clasicista y onírica– y ha merecido en 2009 el prestigioso Premio Canarias de Literatura. El poemario Esa luz que nos quema antologa piezas inéditas de su etapa de madurez, tal vez la más hipnótica, visionaria y libre.

Esa luz que nos quema

Millares Sall, José María

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James Marino, Jimbo, un policía de la división antimafia de Chicago, lleva tres meses trabajando como topo en el submundo de la ciudad, entre delincuentes mafiosos y asesinos profesionales. Su capacidad para el camuflaje ha dado sus frutos y está a punto de acabar con la cúpula de la Organización. Sin embargo, sus planes se frustran cuando GiGi Parnell, al que envió a presidio tras un duro cuerpo a cuerpo, cumple su condena de diez años y sale en libertad. GiGi, un psicópata que no está dispuesto a recibir más órdenes que las procedentes de su propio cerebro perturbado, solo tiene dos obsesiones: el oscuro recuerdo de la relación enfermiza con su madre, muerta mientras él estaba aún en la cárcel, y la ciega necesidad de acabar con el único hombre que fue capaz de hacerle frente. Jimbo tiene que lidiar no solo con el aparato de la mafia y con un monstruo que lo tiene entre ceja y ceja, sino también con sus propios compañeros de trabajo, que no aceptan sus métodos expeditivos, su individualismo y su odio vengativo contra toda forma de sometimiento a las normas sociales establecidas. Eugene Izzi nació en 1953 en Chicago. El joven Izzi abandonó los estudios y comenzó su andadura por el lado salvaje de la vida que le reportó, entre otras cosas un variado historial de arrestos. Publicó su primera novela, La encerrona, en 1987 a la que le siguieron más de una docena, algunas con el seudónimo de Nick Galiano. Su mundo, la delincuencia organizada, las calles y los personajes de su infancia. Pero el nombre de Eugene Izzi, el más famoso escritor de novelas policiacas de Chicago, ha quedado asociado al misterio de su muerte. El 7 de diciembre de 1996 su cuerpo apareció colgando por el exterior de la ventana del piso 14 del edificio de la avenida Michigan donde se encontraba su oficina. La habitación estaba cerrada por dentro. El escritor se encontraba recopilando material para un libro sobre un movimiento extremista de Indiana. Oficialmente fue declarado suicidio, pero la sospecha del «crimen perfecto» todavía planea. «Misteriosa muerte del escritor de misterio» fue el titular de la prensa que añadía que Izzi llevaba un chaleco antibalas y en sus bolsillos anotaciones sobre amenazas de grupos paramilitares.

Los canallas

Izzi, Eugene

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Bien mirado, me habré pasado la vida yendo a la contra. Como un adolescente. Primero, el trocito final del franquismo. Luego, el nacionalismo. Sólo aquellos años insólitos de la Transición habrán quedado allí como un exponente de que la política catalana puede gestionarse de otro modo. En los últimos tiempos, a raíz de la creación de Ciutadans de Catalunya, me he encontrado a menudo discutiendo con algún amigo si la estrategia frentista era o no la más adecuada. Es decir, si se podía ser sólo «anti» o si también era necesario que una propuesta política, la que fuese, tuviera unos contenidos propios, al margen de la oposición a los principios ideológicos que se pretendía combatir. Y en esta clase de discusiones he creído siempre que la primera opción era la buena. No porque la otra no fuera conveniente y necesaria, sino, simplemente, porque no era prioritaria. Pericay logra el tour de force de convertir método filológico en estilo narrativo, en un gesto que no deja de evocar el que condujo a Proust de sus ensayos y crónicas al definitivo salto de la Recherche. Ana Nuño Un libro magníficamente escrito, interesante e inteligente, lleno de ideas…Lluís Maria Todó De Filologia catalana emerge un personaje sensible, culturalmente sofisticado y políticamente complejo. Albert Branchadell Uno de los mejores libros de memorias que se escribirán en el (…) siglo. José García Domínguez Un libro valiente, convincente y honrado, que hay que tener en cuenta. Laura Freixas [Un libro] lleno de humor, la némesis del nacionalismo. Gabriel Tortella Escrito con prosa modélica, injertado de pugnaz ensayismo, permanentemente belicoso con el modelo cultural de los gobiernos de Jordi Pujol (modelo asumido después por el nacionalprogresismo). Jordi Amat Xavier Pericay (Barcelona, 1956) es licenciado en Filología Catalana por la Universidad de Barcelona. Aunque las circunstancias le llevaron, en 2005, a suscribir el manifiesto «Por un nuevo partido político en Cataluña», su vida ha transcurrido hasta la fecha entre la filología y el periodismo. Ha escrito, junto a Ferran Toutain, Verinosa llengua (Empúries, 1986) y El malentès del noucentisme (Proa, 1996), y ha traducido al catalán libros de Gide, Balzac y Stendhal, y al castellano los Dietarios de Josep Pla (Espasa, 2001-2002) y las Memorias de un intelectual de Julien Benda (Espasa, 2005). En 1987 fue responsable de la confección del Llibre d'estil del Diari de Barcelona (Empúries). Desde 1991 se dedica a la enseñanza del periodismo (actualmente en el cesag, adscrito a la Universidad de las Islas Baleares) y a escribir en los papeles, en particular en el diario Abc. Como editor ha publicado Cuatro historias de la República (Destino, 2003) y La Segunda República española (Destino, 2006). En 2007 apareció en Tentadero, Progresa adecuadamente y, de nuevo en Destino, Filologia catalana. Memòries d'un dissident. Acaba de publicar, también en Destino, el ensayo Josep Pla y el viejo periodismo.

Filología catalana

Pericay, Xavier

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